El Duelo es un Proceso
Como madre, o padre, realmente nunca se olvidará de la pérdida de su bebé. Pero aprenderá a vivir sin su presencia física y terminará por integrar la pérdida a su experiencia de vida. No se puede negar que la muerte de su bebé ha cambiado su vida. Sus “reglas” y maneras de interactuar con el mundo serán diferentes de ahora en adelante. Pero ese cambio sirve como testamento permanente de la existencia de su bebé.
Lo importante para los padres que sufren la pérdida de un bebé es darse cuenta de que pueden sobreponerse a su dolor y que lograrán sanar la herida. Entender que el dolor es un proceso que puede ayudar a evitar el sentimiento de impotencia y a brindar cierta dosis de consuelo, esperanza y paz.
Si bien el luto es una experiencia muy personal, también es un proceso que se divide en varias etapas. No todos experimentan estas etapas de la misma manera. A veces pueden superponerse. Se puede pasar de una a otra, volver atrás o pasar por alto algunas. No hay una manera correcta o incorrecta de vivir el duelo.
Las etapas de duelo pueden describirse de diferentes maneras. Básicamente, se dividen así:
Negación e incredulidad. Cuando una pérdida es tan abrumadora puede ser necesario, al principio, tomarse un tiempo para dividirla en pedazos más asimilables. La negación da tiempo a los padres para recomponerse, por decirlo de alguna manera, hasta que están listos para aceptar la pérdida en sus vidas.
Dolor. Para que la herida cicatrice, antes tiene que doler. Es posible que experimenten este dolor como una depresión, desarrollando una enfermedad física, como resfriados y gripe; olvidándose de las cosas y teniendo dificultades para concentrarse; sintiéndose enojados con ustedes mismos, con la pareja o con Dios; o sintiendo culpabilidad. Los sentimientos de culpa por las cosas que ocurrieron durante el embarazo pueden ser una manera de intentar encontrar una razón para justificar lo que ocurrió. Es importante recordarse a uno mismo que estos sentimientos son una parte natural del proceso de duelo.
Aceptación y adaptación. A medida que aceptan la muerte de su bebé y reconocen que les ha cambiado de manera irreversible, el dolor se aliviará. Incorporarán el recuerdo del bebé en un lugar importante de su vida y su corazón y estarán listos para seguir adelante con su vida hacia un futuro diferente y un nuevo sueño.
El duelo es un proceso doloroso. Es posible que se sientan bombardeados por emociones contradictorias y que a veces se sientan abrumados por ellas. Permitirse experimentar el dolor es parte del proceso de curación. Si no prestan atención a sus sentimientos, el dolor aumentará.